Cómo fue tu adolescencia?
Adolescencia, crisálida dorada. Capullo que abrirá mañana. Tiempo de luchas. Qué gran guerra.
Te asombras de tus cambios corporales, trasmisión de vida que forma en tu cuerpo y en tu mente un complejo de música y luces encendida recorriendo tu ser. Tienes miedo. A veces caen lágrimas de tus ojos. Te cuesta desprenderte de la infancia… deseas ocultar las voces de tu cuerpo, y ante la mirada inquisidora de los jóvenes te sonrojas y quedas en silencio anonadada. Pululan tabúes, disciplinas y reglas que fuerzan a sepultar las voces de la sexualidad que nace desde lo más profundo de tu naturaleza.
La sociedad. La iglesia y la familia. Todos convergen para fijar en ti un ideal ajeno. Nadie te consulta y ni te escuchan. Te dicen “rebelde sin causa”, “de nada lloras”, “desquiciada”…
Adolescencia, crisálida dorada. Capullo que abrirá mañana. Tiempo de luchas. Qué gran guerra.
Te asombras de tus cambios corporales, trasmisión de vida que forma en tu cuerpo y en tu mente un complejo de música y luces encendida recorriendo tu ser. Tienes miedo. A veces caen lágrimas de tus ojos. Te cuesta desprenderte de la infancia… deseas ocultar las voces de tu cuerpo, y ante la mirada inquisidora de los jóvenes te sonrojas y quedas en silencio anonadada. Pululan tabúes, disciplinas y reglas que fuerzan a sepultar las voces de la sexualidad que nace desde lo más profundo de tu naturaleza.
La sociedad. La iglesia y la familia. Todos convergen para fijar en ti un ideal ajeno. Nadie te consulta y ni te escuchan. Te dicen “rebelde sin causa”, “de nada lloras”, “desquiciada”…
Y te vas por las tardes galopando por el llano con tus cabellos sueltos, con tus pies desnudos, con tus pechos libres y tu blusa abierta que juegan con el viento y con la lluvia que refrescan tu cuerpo. Gritas y escribes en el espacio: Quiero ser plena.
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Adolescencia tan llena de misterios. Fuente de caudales. Diamante en bruto. Si te dejaran ser. Si sanamente te ayudaran a explorar esos tesoros,…
¡Qué distinto sería el mundo!
Adolescencia, crisálida dorada… cuánta riqueza escondes.
Muy linda tu prosa, Blac!
El despertar a la adolescencia es un cambio muy importante en la vida…y los cambios cuestan, nos sorprenden…nos hacen perder el equilibrio, y nos descolocan.
A veces, no se entiende la problemática de ese tiempo y se intenta dar normativas antiguas, sin explicaciones y sin escuchar a la jovencita.
Hermoso el deseo de libertad, de buscar una plenitud que ya aflora en las necesidades físicas y emocionales…cuánto debemos aprender sobre esa edad, y cuánto recordamos!
Y sí, es una crísalida que se transforma en mujer…
Me gustó mucho tu reflexión!
Te mando muchos cariños.
Elsie.
Qué hermoso describes la etapa de la adolescencia, querida amiga.
Ese ciclo de la vida resulta difícil. Cada quien lo enfrenta como puede y no como quiere. Quizá por los cambios físicos, emocionales y de conducta. Nada igual a la niñez, tampoco a la juventud que se manifesta de manera alegre y hasta audaz.
Yo recuerdo mi adolescencia con un poco de vergüenza, pues creo que debí haberla vivido mejor, sin sentirme la «patito feo», esa tímida chica acomplejada cuya imágen retiene mi memoria. Afortunadamente pasó; quedó atrás… y fuera complejos. Llegó la juventud, divino tesoro. La que gocé descubriendo ilusiones bellas.
Blac… Gracias por tu pregunta. Me encantó tu prosa. Saludos.
Isabel
violenta. sangrienta y muy violenta.Poesía nada en esos momentos.
gracias por la poesía,
db