En nuestro mundo contemporáneo, esta es una pregunta muy común. Pero lo cierto es que los padres no podemos ignorar la realidad. Los jóvenes viven generalmente en su experiencia diaria, rodeados por el alcohol y otras sustancias.
De allí la importancias de una educación objetiva y clara para ellos. Puesto que la droga no es marginal, y forma parte de la cultura del ocio. En este aspecto los jóvenes deben entender que no sólo es diversión; si deciden consumir necesitan tener claro que existen consecuencias que les afectaran a ellos mismos y a su entorno.
“¿Cómo saber si mi hijo se droga habitualmente y qué debo hacer para entender la situación y ser de ayuda?”
No estamos equivocados si decimos que la prevención comienza – según psicólogos y educadores – desde la mas tierna infancia. Si hacemos un buen trabajo de comunicación y proximidad en la adolescencia y juventud, podremos apreciar sus frutos.
Tal vez, porque estas dos herramientas son claves para prevenir que nuestros hijos se conviertan en esclavos y dependientes de alguna sustancia.
Las diferentes organizaciones que trabajan con el droga-dependiente, tienen muy buen material al que se puede acceder por internet, por ejemplo, que pueden ayudarnos a enfrentar situaciones o preguntas mas precisas.
No se debe dejar el tema, tratándolo como algo obvio hasta que los hijos llegan a la adolescencia. Debemos ganarnos la confianza y establecer un vínculo de comunicación desde el principio. Así el niño no tendrá tantos obstáculos para expresar sus inquietudes llegado el momento, y los padres podrán detectar si exist algun tipo de consumo.
Dando valor a las etapas
Según los psicólogos, aunque en los primeros seis años no conocen las drogas ni les interesan debemos estar atentos. Si de manera excepcional surge el tema debemos abordarlo con naturalidad. Es importante hacerles saber que exísten normas. Por otra parte, necesitan tener respuestas a sus constantes preguntas.
A veces hay padres que mienten cuando sus hijos les preguntan y responden, “no fumo”, o se molestan por sus curiosidades, tiene que saber que si reaccionan de esta manera, no volverán a acudir a ellos cuando tengan dudas.
A partir de los seis años y hasta los doce aproximadamente, los medios de comunicación y los amigos, entran en escena y comienzan a ejercer una influencia mas directa. Es muy importante conocer el circulo social de nuestro hijo y hablar de drogas sin prejuicios si el saca el tema.
Debemos tener en cuenta, de que el hecho que el menor pregunte no significa que las haya probado. Si reaccionamos exageradamente, de seguro nos evitarán en la próxima ocasión.
Nunca será suficiente reiterar como meta el logro de una buena comunicación. Porque lograda la proximidad desde muy pequeño, es lo que nos permitirá darnos cuenta de si su comportamiento ha variado mas allá de los cambios habituales.
Por el contrario, si hay una barrera entre el menor y los padres, será más complicado detectar problemas. Además, la confianza logrará que el niño o adolecente vea en los padres una figura a la que acudir en busca de ayuda, y no un enemigo al que ocultar el problema.
Desde los doce a los dieciseis años los padres deben asumir que las drogas pasan ahora a ser parte de la realidad del cada hoy, de nuestros hijos. Ignorar esta realidad es estar ciegos. Evitemos comportarnos como “policias” con interrogatorios sin sentido. Eso no hará otra cosa que hacer que nuestros hijos se sientan amenazados. Antes debemos abordar el diálogo con naturalidad y sin escándalos. Con mayor razón si ya la ha probado.
Por ultimo, aunque los signos varían mucho, algunos podrían ser que el carácter afable pasa a convertirse en problemático. Pasa a ser introvertido, uraño y callado o tambien se encierra en la habitación “pasando” directamente de sus padres.
Es muy importante que si creemos que nuestro hijo consume, debe imperar la prudencia y el diálogo. Es un error comunicarnos de manera alarmante o con amenazas. Siempre con mucha paciencia y amor, de ser necesario, debemos motivar hacia el tratamiento. Y en su caso buscar ayuda profesional cualificada.