¿Qué hacer cuando la motivación falla?Los recursos para afrontar la falta de motivación son varios, pero dos de los principales están relacionados con el adecuado establecimiento de objetivos y con la tolerancia de la decepción causada por no alcanzar alguno de ellos.
Para evitar que aparezca el estrés vinculado a las metas demasiado ambiciosas, conviene realizar un ejercicio de realismo y evaluar si lo que se está intentando conseguir es alcanzable. Si se concluye que los objetivos planteados son excesivos habrá que abandonarlos o postergarlos para conseguirlos más adelante y centrar las energías en aquello que
es alcanzable en poco tiempo. Se cimenta así la motivación, que se alimenta de sí misma para multiplicarse y prepararse para nuevos propósitos.
Si el objetivo que se persigue no se logra, hay que plantearse volverlo a intentar o sustituirlo por otro más asequible. Pero las lamentaciones con sensación de victimismo no ayudarán a recuperar la motivación. Al contrario, alimentarán la desesperación.
También es importante que las motivaciones principales sean intrínsecas y que los motivos que nos mueven sean personales; si no, se corre el riesgo de que lo impuesto desde fuera entre en conflicto con los intereses individuales y
pueda decaer el estado de ánimo por no atender a las necesidades individuales.
En conclusión, conviene elaborar un pequeño listado con las motivaciones principales y convertirlas en metas más pequeñas a corto plazo. Así, se garantiza la sensación de que esos objetivos son posibles y alcanzables para empezar a actuar. Debemos ser conscientes de que no todo saldrá a la perfección y que tendremos que asumir la decepción ante posibles obstáculos.
Abundan los síntomas psicológicos que se vinculan con la desmotivación.
La depresión es uno de los principales. Es muy importante que la persona busque ayuda para recuperar una percepción realista de su situación.
Por lo general, la depresión está relacionada con expectativas poco alcanzables que, en lugar de motivar a la persona para conseguirlas, agudizan el estrés y la decepción por no lograrlas.
Otra de las causas habituales de pérdida de interés se halla en el establecimiento de objetivos por debajo de las capacidades. Cuando alguien se
acomoda en exceso o, simplemente, se le proponen objetivos poco alentadores, la motivación comienza a escasear pronto.
Motivación intrínsecay extrínsecaLa motivación intrínseca se evidencia cuando el individuo realiza una actividad
por el simple placer de hacerla, por el deseo de conseguir lo que uno se propone. Se encuentra así una fuente de energía para alcanzar el propósito planteado. Se vincula con objetivos personales, como la autosuperación o la sensación de placer. La motivación extrínseca depende, sin embargo, de elementos externos a la persona, se asocia a lo que se recibe a cambio de una actividad y no a la actividad en sí, como, por ejemplo, lo que se consigue siguiendo las normas impuestas por una familia, las obligaciones del trabajo
(dinero, moda), de pertenencia a un grupo, etc.
También la personalidad incide en la motivación. Hay personas que buscan a menudo el afecto, atención y cariño de los demás, por lo que sus motivaciones
principales se encontrarán en las relaciones sociales. Otro perfil es el relacionado con la admiración, que aparece en aquellas personas que disfrutan sintiendo reconocimiento.
Otras se mueven por la exigencia en sí mismos y por controlar hasta el más mínimo detalle, por tanto su motivación es el perfeccionismo. En todos
ellos, si no se obtiene la satisfacción deseada, se abre la puerta a la tristeza
y la frustración.
De una u otra manera, necesitamos llenar nuestras mentes de pensamientos positivos y de esperanza. Repasemos nuestros propósitos y verifiquemos que son motivados por principios moral y espiritualmente sanos. De lo contrario, nada bueno saldrá de ellos. Aún el universo entero respeta los principios del gran creador. No se rinda nunca. Busque literatura que lo motive. Y luego decida que pensara positivamente, orara positivamente, trabajará positivamente. Busque en cada oportunidad el lado bueno de las cosas. Se asombrara como en poco tiempo sentirá un nuevo entusiasmo y ganas de vivir. Eso no es otra cosa que la motivacion de la fe. ¡Motívese y espere lo mejor!