Decepcionado. Así definía mi amigo, su recién malograda relación. Sin embargo meses atrás, nadie le hubiera podido ni siquiera apenas dar a entender que lo suyo era solo un entusiasmo pasajero. O como algunos dicen “amor de una primavera”.
Eso me llevó a reflexionar. ¿Cuanto tiempo dura una pasión? Y ¿Por qué se rompen algunas parejas tras las primeras decepciones? Tal vez tambien sea importante reflexionar sobre la diferencia entre enamoramiento y el amor.
En otra pareja, ella le reprochaba a el que no le hablara de sus cosas. Claro que nunca se puso a pensar en el valor de sus silencios. Algo que empezó a aprender y a valorar. Eso precisamente, era algo que ella nunca habia sentido cuando hablaba con su padre. Con la ayuda de su Psicoterapeuta, comprendió que había tratado de calmar con su pareja la carencia afectiva que había sentido hacia su padre. Cuando pudo aceptar las carencias paternas y llegar a quererle, logró aceptar tambien a su pareja. Dejó de enfocarse en lo que no le daba y aprendió a reconocer todo lo que si le ofrecia. Por sobre todo, escucharla con atención.
La experiencia de la nube
Lo que sucede muchas veces, es que en el éxtasis que siente el enamorado, se imagina que nada le falta. Se siente como en una nube. Al punto de llegar a someterse al amado. Por algo Freud comparó el enamoramiento con la sugestión hipnótica. Toda su energia vital es focalizada en el otro. Lo que tiende al empobrecimiento del “yo”. Los amantes crean su propio mundo, y solo el les interesa.
El siguiente paso será un verdadero desafío. Que la pasión se convierta en un amor duradero. Eso requerirá la disposición a grandes cambios internos. Porque la pasión es rápida pero el amor se logra día a día. Para ello, es preciso que en la pareja se hayan aceptado las carencias de ambos. Ya que es una realidad, que si nos asumimos incompletos (por eso necesitamos al otro), podremos aceptar los límites del otro y acompañarnos mutuamente.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero, es evaluar. Si piensas que el amor no es como antes, pregúntate: ¿Por qué elegí a mi pareja? ¿Cómo la he idealizado? ¿No soporto sus defectos? ¿Y cuáles son los míos?
Valorar las cualidades del otro es lo opuesto a idealizarlo. Sé objetivo y no intentes manejarlo o poseerlo. Enfrenta tus propias frustraciones.
Aunque es invevitable que siempre exista algún grado de idealización del otro. Si es excesivo – claro está – llevará a una decepción.
Lo importante, es que te mires a ti mismo con el valor personal que te mereces. La autoestima debe ser correcta, para no cometer el error de idealizar al otro, solo para justificar nuestros fallos.
Si hay algo cierto en el amor, es que debemos estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos. Así estaremos abiertos al diálogo, a la charla espontánea y confiada. Al artilugio de los amigos. Al final lo que cuenta en toda relación es la disposición, genuina, de conocernos mejor como pareja.