La Educación Es El Futuro, ¿para Qué Esperar?
«¿Qué se entiende por la no interferencia de la escuela en el aprendizaje? – Significa otorgar a los estudiantes la plena libertad de valerse de la enseñanza que responda sus necesidades, y que quieran, solo en la medida de que lo necesiten y deseen; y esto significa no forzarlos a aprender lo que ellos no necesiten o deseen.»
«Dudo, si el tipo de escuela que estoy discutiendo, será común por otro siglo. No es probable que las escuelas basadas en la libertad de elección de los estudiantes serán establecidas incluso en 100 años más.»
Leo Tolstoy, «Educación y Cultura», 1862
¿Dónde se debe mirar para mejorar la instrucción escolar?
Para muchos la respuesta es obvia: Finlandia. País que se encuentra en la cima de los rendimientos académicos en pruebas internacionales tomadas tanto por el Banco Mundial como por la OCDE y que cada año aumenta su ventaja por sobre los países que le siguen en el ranking. Este es el lugar que todos observan en su búsqueda por mejorar las escuelas.
Por esta misma razón, muchos gobiernos buscan elementos del sistema de instrucción finlandés que se puedan replicar en sus respectivas realidades. El problema es que, en muchos casos, esto no es posible. No se debe a una falta voluntad, es seguro que muchos políticos, docentes y sostenedores de establecimientos si pudieran implementar políticas similares lo harían pero como normalmente sucede, todo se resume a un asunto de dinero.
Finlandia obtiene muy buenos resultados con un gasto por alumno menor al incurrido por Suiza, Estados Unidos o Austria. Pero al mismo tiempo, este se asemeja al gasto de Alemania, Inglaterra, Francia, Japón y Suecia. Este casi triplica al de naciones con ingresos medios como Argentina, Chile y Hungría. Ni hablar de la brecha con los países más pobres del mundo.
La escolarización finlandesa cumple las metas que se impone, eso está claro, pero depende en gran medida de la inversión que realiza en instrucción. Un ejemplo de esto, es que es esencial para este sistema que las personas más capaces ejerzan la docencia. Para conseguir esto se ofrecen salarios similares a las carreras más rentables a las que estas podrían optar, como medicina y derecho.
En un país con ingresos medios como Chile, los establecimientos financiados completamente con recursos públicos poseen una alta proporción de su presupuesto destinado al pago de los sueldos de la facultad docente. Pagar remuneraciones que sean competitivas con aquellas recibidas por personas que ejerzan algunas de las carreras más rentables es algo que esta fuera de alcance, no es posible lograrlo.
Un segundo aspecto importante de la instrucción escolar en Finlandia es la disponibilidad por parte de las escuelas de profesores dedicados exclusivamente al reforzamiento del aprendizaje de los estudiantes que han obtenido bajos rendimientos académicos.
Respecto a esto, en muchos países los establecimientos ya se encuentran presupuestariamente restringidos por la contratación de docentes dedicados a la instrucción del currículum establecido. Es muy difícil que estos tengan la capacidad financiera para reforzar la enseñanza de aquellos jóvenes que no han aprendido de manera satisfactoria.
Con todas estas diferencias, si finalmente los estudiantes de países en vías de desarrollo se encuentran a décadas de sus pares en Finlandia en términos de resultados, ¿qué pueden esperar los niños y jóvenes de naciones pobres en el continente africano o en América Latina? La brecha es de tal magnitud que estos no tienen oportunidad alguna de obtener una escolarización parecida en muchas generaciones más.
El asunto radica en que muchos países invertirán una gran cantidad de dinero y energía en discusiones por cuarenta o cincuenta años para alcanzar los resultados que hoy obtiene Finlandia. La pregunta es: ¿para qué? Es muy probable que en medio siglo más se esté haciendo algo radicalmente diferente para instruir a los estudiantes debido a que las necesidades ya no serán las mismas.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
La respuesta es no perder el tiempo, la energía, ni el dinero mejorando las escuelas según los estándares del presente, si no dar un gran salto hacia adelante.
¿Dónde se debe mirar para encontrar la instrucción del futuro?
Esta es la pregunta con que Charles Leadbeater introduce su charla «Education innovation in the slums» en la conferencia TED Saloon London 2010.
Según este, se debe buscar donde simplemente no es posible entregar una escolarización tradicional. En aquellos lugares se realizan los mayores esfuerzos y se generan innovadoras soluciones para que niños y jóvenes puedan adquirir los conocimientos y competencias necesarias para desenvolverse en el mundo. Lugares como las favelas en Brasil o los distritos pobres de la India.
Estos no solo se encuentran altamente restringidos para entregar una instrucción como normalmente la conocemos, si no que si tuvieran los medios para hacerla posible esta no funcionaria. ¿Por qué? Debido a que los niños y jóvenes luchan cada día por sobrevivir bajo condiciones extremas, luchan para permanecer vivos. En estas circunstancias no tiene sentido que se les obligue a instruirse en las escuelas bajo un currículum obligatorio.
¿O es que existe sensatez en este monólogo?
«Sé que tú y tus hermanos son pobres. Sé que muchos días no tienen qué comer y que dependen de ti para cuidarlos y para alimentarse. Pero si vas a la escuela, aprendes lo que te digamos durante ocho horas al día, cinco días a la semana por algunos años, obtienes un puntaje alto en la prueba de ingreso a la educación superior, estudias unos años más y obtienes un empleo, finalmente todos tus problemas se habrán solucionado.»
Este no tiene mucho sentido, más que nada porque las personas tienen necesidades que no pueden ser satisfechas ni mañana, ni la próxima semana, si no ahora. Estas simplemente no pueden invertir años y años en escolarización para obtener un beneficio en el largo plazo, cuando lo que necesitan son los medios para escapar de la pobreza lo más pronto posible. Esta es una de las razones de la alta tasa de deserción del sistema de instrucción entre los estudiantes más pobres en muchos países.
Así mismo, debido a la escasez de oportunidades a la que tienen acceso, niños y jóvenes están dispuestos a soportar los altos riesgos que conlleva el dedicarse a actividades ilícitas a cambio de obtener beneficios en el corto plazo. Para ilustrar este punto, Charles Leadbeater introduce a Juanderson, un joven que a la edad de 14 años abandonó la escuela para dedicarse al negocio de la droga. Una vez cumplidos los 16 años, este ya tenía a su cargo la distribución en diez favelas, empleaba a 200 personas, ganaba US0.000 dólares a la semana y tenía una alta probabilidad de vivir solo hasta los 25 años.
¿Qué estrategias se pueden utilizar para que los jóvenes aprendan en circunstancias como estas?
Una primera conclusión, es que las recetas que realmente funcionan no se parecen en nada a la escuela como normalmente se conoce.
La institución escolar se basa esencialmente en empujar a los estudiantes a través de las distintas etapas de instrucción. El conjunto de lo que se aprende contenido en el currículum de enseñanza, las habilidades, los sistemas y otros aspectos son presionados dentro de las cabezas de los niños y jóvenes.
Este enfoque es inútil en este contexto.
La solución radica en atraer a los estudiantes hacia el aprendizaje. ¿Cómo se puede lograr esto? Es necesario motivarlos para que adquieran conocimientos y esto se puede conseguir de dos formas: a través de la motivación extrínseca e intrínseca.
La primera de estas se refiere a que los estudiantes se motivan a aprender algo si es que reciben un beneficio de hacerlo.
Se debe dejar claro que el sistema de instrucción escolar tradicional entrega un beneficio para las personas, pero este se manifiesta en el largo plazo generalmente al terminar la secundaria y al obtener un buen puntaje en el examen de ingreso a la educación superior. Se deben esperar muchos años y solo es rentable si se puede seguir estudiando y luego conseguir un empleo. Es mucho tiempo si se es pobre y se tienen necesidades diarias como hermanos a los que cuidar o un negocio familiar en el que ayudar.
La estrategia que se utiliza es que los estudiantes perciban los beneficios de aprender en el corto plazo a través de la adquisición de conocimientos y habilidades que sean conducentes a la realización de una actividad productiva. Este último punto es ilustrado en la conferencia a través de Steven, un joven que pasó tres años viviendo en las calles de Nairobi luego que sus padres murieran de SIDA y al que se logró atraer a la escuela por medio de la enseñanza del oficio de la carpintería. Esta clase de trabajo es rentable para los jóvenes dentro del contexto en que viven por lo tanto existe una motivación de querer aprender los conocimientos que le ayuden a obtener un beneficio.
El segundo punto, motivación intrínseca, se refiere a que los estudiantes se verán atraídos hacia el aprendizaje si este guarda relación con los intereses que cada uno de estos tengan.
No tiene ningún sentido entregar conocimientos y habilidades que sean conducentes realizar una actividad productiva y obtener sus beneficios en el corto plazo, cuando los jóvenes pueden acceder a actividades ilícitas que les permiten obtener mayores ganancias en menor tiempo.
Es debido a lo anterior que