una esencia de flor nativa de América, tanto a la madre, como al niño para ayudarlos a establecer los lazos madre-hijo. Al niño también se le dio esencia de milenrama rosada, que se usa para tratar a aquellos individuos que se sobre-identifican con las emociones de los demás. Las saludes de la madre y del niño mejoraron, al igual que la relación entre ambos.
Julián Barnard se refiere al caso de una niña de nueve años de edad que padecía de repetidas migrañas y que se comportaba tensa, ansiosa y deprimida. Se le dio un frasco de tratamiento que contenía remedios con flores de genciana, violeta de agua, nuez y la fórmula emergente de Bach contra el estrés. En unos días, su madre reportó una considerable mejoría y notó que su hija había vuelto de nuevo a su estado feliz y abierto.
En otro ejemplo, un niño de tres años recibió una picada de abeja en la garganta, se asustó y cayó en un estado de histeria, con gritos de dolor. Barnard le dio la fórmula emergente de Bach directamente en la boca e inmediatamente se quedó calmado y tranquilo. Cuando se le retiró el aguijón, la crema con la fórmula de emergencia de Bach aplicada a la piel ayudó a aliviar la inflamación. El episodio entero duró unos dos minutos.
«La terapia floral es particularmente beneficiosa para aliviar el trauma agudo asociado con los accidentes, magulladuras y lesiones, así como también la congoja que sigue a la pérdida de un ser querido», añade el Dr. Ber. Él también cree que el uso de la terapia floral puede ser una excelente terapia preventiva y que al corregir los problemas emocionales subyacentes, uno puede asegurar que muchos problemas físicos nunca volverán a ocurrir
TESTIMONIO DE LAS ORQUIDEAS CUBANAS DE SOROA
Dos historias personales
Siempre pensé; que después de haber vivido medio siglo, ya nada cambiaria en mi existencia. Todo lo había vivido ya. De ocurrir algo trascendente, sería la repetición en el tiempo de las mismas experiencias! Craso error! Aún con toda la historia a flor de piel acumulada, me he visto girando con la violencia de un principiante, por las sendas vertiginosas de la iniciación. Así, sorprendido a veces, inexperto otras, mi manera de vivir comenzó a rodar, con la turbulencia de la pasión sin límites, del amor sereno, de marchar sin reloj, entre los espacios que deja la noche entre los días. ¿A quién ó a quienes, le debo este milagro? No es fácil explicar con palabras. Ni siquiera puedo afirmar que es, a un método enteramente científico, porque aún esta en fase de experimento, y no todo es enteramente demostrable. ¿Y si la vista hace la fe? no es menos cierto, que sentir, realizar, son verbos que se avienen con los sentidos para destacar la experiencia. Así se apareció ante mí; La Reina de las Flores, mujer culta, inteligente, suave de voz; de profesión, médico; especialista de segundo grado en pediatría, pero con su esencia llena de todos los aromas, de las ciencias, que la madre tierra acoge en su seno con toda la mítica que atesora la sabiduría popular; Esta mujer, mas que el embrujo del amor, me mostró, el encantamiento; y yo de su mano conocí los hechizos, que están recogidos en los libros mas antiguos; y en su voz , la voz de los milagros descritos en los libros de ciencias desdeñados. Acaso alguien, puede hoy ocultar, la sabiduría con que los abuelos curaron una vez nuestras dolencias, o es tan oscuro el amor, que por amor, podemos mantenernos vivos, y más longevos, y sanar, y crear, y creer. Yo que fui descreído, para todo lo que no fuera demostrable; al primer golpe de los sentidos, me convencí, que algo sucedía ajeno a la línea extracorpórea de mi ser. Yo, hombre común, de pronto se me fue haciendo lejano, el cansancio; infinito el deseo; y todos los goces más cercanos a la naturaleza humana, fu