Comunicación Y Educación
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Ana Giorgana.
La COMUNICACIÓN EFECTIVA, es un método que se ha aplicado en diversas áreas en donde las relaciones humanas, toman lugar. Por supuesto, este se puede aplicar a la vida familiar, y así, lograr un mejor entendimiento con las personas a nuestro alrededor, con nosotros mismos, y con nuestros hijos, también.
En realidad la gran mayoría de las pautas que maneja la COMUNICACIÓN EFECTIVA, son alternativas de responder y de actuar en base al sentido común. Y, como lo he referido en otros artículos, parece, que ese sentido común, de pronto, lo tenemos extraviado. Lo más importante es que los padres se sientan cómodos con ello, que se adapte a su personalidad y al estilo de familia que tienen. De ninguna manera se trata de recetas rígidas que tengan que ponerse en práctica.
Por momentos, los hijos, parecen no cumplir con lo que les solicitamos, debido a que no somos claros y específicos en lo que queremos. Así que para que la comunicación sea efectiva, el primer paso es la CLARIDAD:
¡Quiero que ordenes tu cuarto, en este momento!
¡Cuentas con tres minutos para recoger tus juguetes, antes de salir a jugar!
¡Deja de molestar a tus hermanos, ahora!
Estos pequeños ejemplos, permiten saber de manera clara y asertiva lo que deseamos que se cumpla, además del tiempo en el que lo requerimos. No hay opciones, simplemente se trata de una orden que requiere ser cumplida. De esta manera se afianza la postura de autoridad y liderazgo de los padres frente al comportamiento de los hijos.
Dentro de la CLARIDAD en la comunicación, también se requiere de evitar lenguaje abstracto o vago. Es decir, requerimos de ser concretos para que ellos entiendan lo que esperamos. Cuando decimos a nuestros hijos:
Se buen niño…
Compórtate como alguien de tu edad…
Eres muy egoísta con tu hermano…
Necesitas ser más responsable con tus cosas…
Este lenguaje no representa nada, está sujeto a interpretaciones. Cada quien puede entenderlo como mejor le parezca. Tal vez, para el niño ser responsable es terminar la tarea, pero para el padre, es terminar la tarea, recoger los útiles, guardarlos en la mochila, etc.
Así requerimos ser específicos y claros en lo que a la formación de hábitos y comunicación se refiere. Hablar de manera asertiva, firme y clara no deja lugar a dudas, las personas saben exactamente lo que deben y necesitan realizar. Tener claridad da confianza, da seguridad, y además una sensación de cumplir con las expectativas de lo que se nos pide.
Algunos consejos prácticos para poder poner en acción la COMUNICACIÓN EFECTIVA, que se caracteriza, como se mencionó anteriormente, por firmeza, claridad y ser concretos:
No grite y se enoje dando las instrucciones.
Sepa específicamente que necesita y pídalo de manera asertiva.
Hable mirando a la persona, de lo contrario, su mensaje está en el aire.
El contacto visual es una de las herramientas más poderosas en la comunicación. La persona siente que se le habla con respeto y que además es vista psicológicamente, lo que repercute en una sensación de autorrespeto y estima propia.
En las interacciones con nuestros hijos, siempre caemos en lo que se ha dado en llamar los momentos del «disco rayado«. Al demandar alguna situación, los hijos insisten e insisten, sobre lo mismo, una y otra vez y hasta el infinito. Parece que nuestras palabras no logran convencerlo de nada. Y a veces, los padres, contestamos una y otra vez de la misma manera al mismo disco rayado.
De manera que para evitar, dichas discusiones inútiles, requerimos contestar a nuestros hijos, con la misma técnica que ellos utilizan con nosotros, es decir, repetir una y otra vez, la misma orden hasta que se cumpla, en forma consistente y clara.
En discusiones, cómo:
¡Eres injusto!
Todo lo tengo que hacer Yo.
Por qué siempre tengo que hacerlo yo y no mi hermano.
¡Qué mala eres, no me dejas ver mi programa de tele!
No se implique no discuta con ellos y simplemente continúe como disco rayado, mencionando y diciendo lo que se le está pidiendo que haga. Así los hijos comprenderán el principio de autoridad y de firmeza. De esta manera, su palabra sí será respetada y comprendida.
Evidentemente emprender este camino de comunicación no es fácil y no se logra de la noche a la mañana. Se requiere práctica, consistencia. Y por momentos, brincaremos de nuevo a los viejos hábitos. Es normal, es humano, no se desespere. Lo más importante, cuando se de cuenta que ha caído de nuevo en las viejas costumbres, reconsidere e intente de nuevo!
Sólo es cuestión de poner atención a aquellos aspectos que sí nos funcionan en la educación de nuestros hijos y cuáles no… Por supuesto, que esto también se aplica con los hijos adolescentes y adultos, de acuerdo a lo que deseamos que se sienta en lo que a nosotros respecta…
La culpa, el temor y la desconfianza en nuestro papel de autoridad sólo empaña nuestras formas de comunicación y crean conflictos en nuestras relaciones…
Todos los padres deseamos y de hecho, hacemos lo mejor que podemos, sin embargo, algunas reflexiones pueden ayudarlos a aplicarlo a sus vidas de acuerdo a su propia familia y personalidad…
Algunos de los temas de esta columna pueden afectar sus apreciaciones en lo referente a los temas de relaciones humanas, sí es así, escríbame y sí no, también…
En Cecreto podemos asesorarle al respecto y contamos con talleres y cursos, además de que puede obtener los cuadernillos de calidad de vida:
LAS RELACIONES PADRES E HIJOS: ¿Un juego de espejos?
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