Educación Holista Para La Evolución De La Conciencia
FUNDACION INTERNACIONAL PARA LA EDUCACION HOLISTA
Maestría en Educación Holista
EDUCACION HOLISTA PARA LA EVOLUCION DE LA CONCIENCIA
Por, Adela Beltrán Loaiza. Culiacán 2009
Sobre la obra escrita del Dr. Ramón Gallegos Nava
Este ensayo es sobre el Dr. Ramón Gallegos Nava, y su modelo de la Educación Holista, es el pionero a nivel mundial de esta pedagogía. Analizaré cuáles fueron los hechos más relevantes que ocurrieron en nuestro pasado y presente, y que de una manera u otra dieron origen a la historia de la Educación.
Su primera influencia se origina en la práctica de una filosofía permanente, imbuida en la espiritualidad genuina, en la experiencia verdadera de paz, amor y fraternidad universal. Esta visión rompe aquélla fragmentada, mecánica, positivista, reduccionista y dualista de otros tiempos.
Encuentra también influencia en la aportación de los grandes pedagogos, quienes contribuyen explicando sobre el despertar de la inteligencia y la evolución de la belleza del alma. En la educación holista la espiritualidad implica un profundo respeto por la diversidad y experiencia interior de cada niño o alumno, no juzgar, no adoctrinar con ideas, si no encaminarlo para que por sí mismo descubra su potencial y lo celebre.
Propiciar el viaje educativo mediante la edificación de un puente entre un estado de relativa dependencia conductual inconsciente hasta un reconocimiento de la responsabilidad. Es este un proceso transformador de la vida basado en un profundo cambio de la conciencia, el despertar espiritual y cultural.
Como humanos, nacemos y dependemos totalmente de nuestros padres para sobrevivir, vamos creciendo y entramos a un estado de independencia en donde en el proceso de socialización aprendemos el lenguaje, pero cuando somos jóvenes, los padres no creen que ya somos independientes; en ese contexto, el sentido de la confianza juega un papel crucial, es más, de manera conjunta con la verdad y la espiritualidad, se manifiesta como la base para cruzar el puente que implica el estado de interdependencia en el que nos encontramos en inicio.
Ahora, desde la perspectiva de la conciencia holista, además, agregamos a nuestro sentir un pensamiento más comprometido con el planeta, la innovación, las causas con sus consecuencias, el amor, las relaciones humanas, etc.
En tal estado de cosas, la educación holista es un proceso en el que adquirimos conciencia en el sentido de que el mundo es una totalidad; aquí, el educador tiene que pensar en el alumno como un ser humano integral, y ya no más como en antaño, cuando se veía al educando como un sujeto semicognitivo capaz sólo de procesar medianamente la información que se le proporcionaba por el maestro, porque es importante asumir que el alumno es titular de sentimientos, experiencia, valores, vida espiritual, familiar, sentido estético, intuición, y por tanto, no se puede pensar que ni siquiera tiene cuerpo más allá del cerebro físico.
Debemos tener presente que el estudiante es un ser humano poseedor de un potencial interior ilimitado, un sujeto sensible orientado a aprender, un ser espiritual en busca de conocimiento capaz de reconocer la belleza inherente de la vida; en suma, un ser con múltiples dimensiones de experiencia humana.
Ahora, entendido ya el papel tan importante que juega el alumno en la relación proceso-aprendizaje, es menester destacar la trascendencia de la educación holista, la cual puede ser explicada con una metodología de diferentes órdenes.
En otro tema, debemos decir que el aspecto intelectual debe ser cultivado con amor y respeto, ya que las inteligencias lógico-matemáticas y verbales se desarrollan a través de experiencias adquiridas cuando estudiante.
Otra vía lo constituye la convivencia social, que representa otra parte integral del desarrollo individual al igual que la estrategia educativa estimulada a través de acciones cooperativas y trabajo en equipo en las que destaca lo emocional, ya que el verdadero aprendizaje requiere de autoestima y seguridad emocional; en ese sentido, la espiritualidad es una de las principales características distintivas de la educación holista.
Ahora bien, el aprendizaje sobre la ciencia y la tecnología con visión holista no pretende desmeritar los esfuerzos realizados para desarrollar el conocimiento científico y tecnológico, si no dejar claro como éstas entran en la cultura sustentable emergente del siglo XXI, señalando límites, beneficios y peligros cuando no son comprendidas adecuadamente. Así, es importante saber cuál es la visión del mundo ya que de ello dependerá que nos encontremos en la posibilidad de guiar nuestras metas y esfuerzos educativos.
En suma, el ser humano es más que procesos tecnológicos: así, la educación es un proceso capaz de despertar la conciencia.
En dicho contexto, es importante que nos demos cuenta que necesitamos una educación ecológica para poder aspirar a una sociedad sustentable, única, que pueda garantizar nuestra supervivencia a largo plazo con calidad de vida.
Lamentablemente, en las escuelas actualmente no se educa para preservar el ambiente, sino, paradójicamente, para depredarlo; ello da cuenta de que los procesos educativos que utilizan estas escuelas ya son inadecuados para educar con la necesidad de una sociedad sustentable.
Un diagnóstico realizado por la presidencia de la república señala que un aspecto alarmante de la educación en México es el bajo rendimiento académico, en tanto que otro son los contenidos educativos para la vida práctica en la cultura de los alumnos.
Así, siendo que la educación debería asumirse como una experiencia gratificante, en la realidad cotidiana se convierte en una rutina sin sentido real. Por cuestiones como ésta, es indudable que los estudiantes seguirán depredando por qué no se han trasformado, no sienten ni reconocen su vínculo con la naturaleza, no sienten amor ni respeto por ésta ni por los animales.
Debemos tener presente que la sustentabilidad es uno de los siete principios ecológicos que organizan la vida de los ecosistemas, ya sean estos naturales o sociales; así, para lograr vivir en una sociedad sustentable es indispensable que nos convenzamos de la conveniencia de contar con una comunidad educada, ya que una sociedad con cultura se encamina a ser una comunidad ecológica, en la que se educa para la responsabilidad pública y se promueven nuevos hábitos de consumo.
Es importante que tomemos conciencia en el sentido de que la sustentabilidad es una forma de vida basada en el principio de que hay suficiente para todos si todos aceptamos vivir con lo suficiente. ¿Cuánto es suficiente?
En mérito de lo apuntado antes, es indispensable que asumamos la necesidad de un cambio mediante el cual transitemos del pensamiento fragmentado donde las escuelas se perciben como una organización burocrática, lineal, mecánica, etc., a una comunidad de aprendizaje dinámico, integral, holista.
Si la educacion holista trabaja para lograr un perfil estudiantil que capacite para la vida, debemos asumir que se trata de una tarea de todos: padres de familia, profesores, alumnos, administradores y comunidad.
Es necesario que el sistema educativo sea considerado como una totalidad interconectada. Las habilidades básicas con que un estudiante vive su formación humana y profesional, las adquiere desde la primaria; así, si su formación fue deficiente, será muy difícil que en la licenciatura pueda formar una conciencia profesional orientada a la sustentabilidad, por ello, los principios deben ser aplicados en todos los sistemas educativos.
Es indispensable despertar el amor por la tierra, lo que se logra a través de la racionalidad instrumental o del desarrollo de habilidades cognitivas, en donde se requiere un enfoque holista y un sentido estético profundo.
La visión científico industrial se ha convertido en un monstruo que destruye el amor y la vida espiritual humana. Hechizados por la promesa del dinero, poder y placer, millones de personas viven insensibles a su propia humanidad y significado.
La importancia de la espiritualidad es fundamental para curar y conservar nuestro hogar planetario.
Si atendemos, nos percatamos que los paradigmas en el siglo XVIII fueron la política y las formas jurídicas; en el siglo XIX, éste lo constituyó la industria y el desarrollo de las bases materiales de la sociedad; en el siglo XX, lo ocuparon la ciencia y la transformación tecnológica.
Hoy, al inicio del siglo XXI, el paradigma será la espiritualidad, que nos permitirá aprender a vivir responsablemente, con ética, las figuras claves ya no serán políticos, científicos o empresarios, serán seres humanos profundamente espirituales, educadores holistas que enseñarán a otros a vivir libremente su propio descubrimiento espiritual; si este tipo de humanidad no surge en los próximos años, entonces el futuro de la humanidad estará en grave peligro.
Los beneficios sociales del desarrollo económico deben estar a cargo de una fuerte política